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Vinos mexicanos

Valle de Guadalupe, tierra de vinos

Valle de Guadalupe, tierra de vinos



VALLE DE GUADALUPE. BC. Durante las pasadas vacaciones de verano, Erick
Hagzater, un vitivinicultor de esta región se encontraba de vacaciones en un
crucero por las costas de Francia. Pidió a un somelier le ayudara a escoger un
buen vino. Aquel le contestó: "Nos ha llegado uno muy bueno, se llama Chardone
de Monté janig, es de México, pero es muy bueno".


El viajero aceptó la botella y no hizo más comentarios, pues se esperó hasta
llegar a la junta de Consejo de la vitivinícola Monte Xanic, (como en realidad
se llama la bodega) en Ensenada, de la cual forma parte, para contar aquella
experiencia. A los consejeros se les rozaron los ojos, simplemente por saber
que, una vez más, uno de sus productos había triunfado, esta vez en un barco de
Europa.


Esa es apenas una de las historias de éxito que es posible conocer en estos
valles arropados por hileras interminables de matas de vid, las cuales han
transformado el aspecto de esta tierra desértica, donde se produce 91% de los
vinos de México.


Los Valles de Calafia, Guadalupe y San Antonio de las Minas son el corazón de
la Ruta del Vino, la cual se extiende también hacia el norte, al Valle de las
Palmas y hacia el sur a los valles de Santo Tomás y San Vicente Ferrer.
En esa zona hay alrededor de 50 casas productoras de vino, desde pequeñas
vinícolas familiares, hasta los productores a gran escala, las cuales, junto
con pequeños restaurantes campestres familiares y de los llamados de manteles
largos, así como sitios para acampar, ranchos, centros artesanales, museos y
hoteles boutique, tipo Bed & Breakfast, boutiques de vinos, galerías de arte y
sitios naturales, dan forma a la Ruta del Vino.


Entre las casas vinícolas y vitivinicolas de la región destacan L.A. Cetto,
Domecq, Viña de Liceaga, Adobe Guadalupe, Casa de Piedra, Chatteau Camou,
Vinisterra, Mogor Badán, Monte Xanic, Barón Balché, y Bodegas de Santo Tomás.

Por Diego Badillo García

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Fuente: El Economista

 

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